Tariq Ramadan: “The Fear Of Islam Extends Everywhere”

    “What can Europe offer to Islam, and the Muslims to Europe?” “Europe gives Muslims who were born there a life in societies under the rule of law and democracy, where we can express and develop pluralistic points of view. In the other sense, what Muslims can contribute to Europe is further cultural horizons, the wealth of real pluralism. Islam also contributes to questions of spirituality and ethics, which trouble the whole of this consumer society. I am both things, a European and a Muslim, and my own contribution is to work for a reconciliation.” {(continued below in Spanish)} Lo digo en dos niveles, en primer lugar reconciliar a Europa con sus propios valores. En Europa se habla de ciudadan_a, de igualdad, de lucha contra la discriminaci_n… pero la realidad social es completamente diferente a estos ideales. Mi meta es reconciliar el ideal con la pr_ctica, aportar de verdad una _tica del ciudadano. La otra dimensi_n de la reconciliaci_n es promover la intersecci_n entre los valores que vienen de Occidente y los que vienen del mundo musulm_n. Es muy importante para Europa este pluralismo y no confundir poder econ_mico con arrogancia cultural. Algunos aspectos concretos del Islam, como los castigos corporales o el trato a la mujer, no parece que casen con los valores occidentales, _c_mo se concilian ambas cosas? – El Islam es un universo igual de complejo que el Cristianismo. Hay varias lecturas de las fuentes, entre ellas algunas literalistas que se han quedado en el siglo VII, sin evoluci_n. Pero hoy hay un pensamiento musulm_n reformista. Los principios de la democracia no se oponen a la pr_ctica del Islam, que promueve la igualdad de la mujer. La violencia conyugal no es isl_mica; no son isl_micas las bodas obligadas; la escisi_n o la ablaci_n no son isl_micas. Pero esto es lo que dicen los reformistas. El problema es que quienes atacan al Islam s_lo escuchan a los literalistas. Esto no es un di_logo, es un mon_logo interactivo. Escuchar a los reformistas exige de Occidente la capacidad de descentrarse, de ponerse en la otra parte. _La fuerza de la palabra es suficiente para salvar las diferencias hist_ricas entre el Islam y Occidente? – No, se necesita mucho m_s que la fuerza de la palabra. Lo primero es que no estoy de acuerdo en su interpretaci_n de las diferencias hist_ricas. Durante siglos, el Islam estuvo presente en Europa, era una realidad com_n. No siempre ha sido una relaci_n conflictiva. Hoy en d_a, por cuestiones geoestrat_gicas o econ_micas, existe una fractura. A partir de mi experiencia estoy intentando construir puentes y eso no se logra qued_ndonos sentados y diciendo, bueno, tenemos valores comunes y todo eso. La salida es el trabajo en com_n. El principal problema es que el miedo se est_ extendiendo por todas partes, hay mucha desconfianza y sospechas. Hay una evoluci_n del miedo y yo estoy llamando a una revoluci_n de la confianza, no s_lo mediante el discurso sino tambi_n con el trabajo contra la discriminaci_n, el racismo o el paro. Usted habla de recuperar la confianza, pero el 11-M o los atentados de Londres no ayudan en absoluto. – Pero es que los musulmanes implicados en estos movimientos son diez o doce. La inmensa mayor_a no est_ involucrada. Es algo muy marginal que, s_, es cierto, se hace en nombre del Islam y lo instrumentaliza y hay que condenarlo, pero los terroristas no son los j_venes de los suburbios. Los j_venes musulmanes europeos no est_n atra_dos por el yihadismo. _Cree entonces que existe una intensa propaganda por demonizar al Islam? – Bueno, el terrorismo existe y se necesitan medidas de seguridad, pero desgraciadamente existen partidos pol_ticos que lo _nico que proponen son pol_ticas de seguridad. Utilizan el terrorismo para presentarse luego como los garantes de la protecci_n. En toda Europa hay partidos que apuestan por el miedo, no proponen pol_ticas sociales ni alternativas econ_micas, s_lo seguridad. Y esto vale tanto para el terrorismo como para la inmigraci_n. _Qu_ papel est_ jugando la inmigraci_n en la creaci_n de la nueva Europa? – En los pr_ximos 25 a_os, Europa va a necesitar once millones de trabajadores por el envejecimiento de la poblaci_n. Es necesario que venga gente para competir con Estados Unidos y con China. Pero al mismo tiempo, y aqu_ est_ la gran hipocres_a, se alienta el miedo a la inmigraci_n. El racismo est_ aumentando en toda Europa, que se ve a s_ misma como sitiada. La otra gran hipocres_a es tratar a los inmigrantes como criminales. La _nica salida hoy d_a es compartir con los pa_ses de origen, pero no se est_ trabajando con Marruecos o con el _frica Occidental. Se cogen sus riquezas y se les trata como criminales cuando est_n buscando sobrevivir. El hecho de que la mayor_a de los inmigrantes sean musulmanes es un temor adicional. El discurso europeo es muy hip_crita. _Qu_ le genera verse rechazado en pa_ses como Francia o EE UU, donde le acusan incluso de filoterrorismo? – Eso es fruto de una verdadera desconfianza. Yo simbolizo algo nuevo en Francia, el ciudadano de origen del Sur que habla franc_s como los franceses y que se ha convertido en sujeto de su historia. Nadie habla ya por nosotros, hemos llegado a ser ciudadanos y eso da miedo. Soy el s_mbolo de esto. Francia no tiene problemas con Tariq Ramadan, tiene problemas con su propia historia, como el problema de Argelia o de las colonias. Durante la crisis de los suburbios franceses fue muy reveladora la sordera de la clase pol_tica con j_venes que, no lo olvidemos, son franceses. No s_lo Zidane es franc_s, tambi_n lo son los j_venes. Pero ya no toca hablar de integraci_n, sino de la contribuci_n de cada uno. No se le pregunta a Zidane de d_nde viene, porque est_ marcando goles para Francia. Cuando ellos aporten su riqueza para construir Francia no se les va a preguntar nada. Eso es lo que yo simbolizo y eso da miedo. _Entre su abuelo y usted hay evoluci_n o fractura? – La fractura ya es una evoluci_n. Mi abuelo form_ parte de la escuela reformista, segu_a una metodolog_a y yo soy la evoluci_n de esta metodolog_a. La tradici_n reformista viene del siglo VIII, pero lo que yo estoy reivindicando ahora es la reforma radical. El pensamiento musulm_n ha llegado a ciertos l_mites en lo que se refiere al derecho. Lo que hace falta ahora es desplazar el centro de gravedad del poder, hay que integrar al debate sobre las nuevas respuestas a especialistas, cient_ficos, expertos en ciencias sociales y no solamente los sabios en cuanto a textos. Estamos en un estado de crisis donde hace falta una radicalidad de la reforma. En este sentido, hay cierta fractura con el pensamiento de mi abuelo.

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